Patria: ¿Servicio militar o Servicio Civil?

“Toda persona, de conformidad con la ley, tiene el deber de prestar los

servicios civil o militar necesarios para la defensa, preservación y desarrollo del país, o para hacer frente a situaciones de calamidad pública. Nadie puede ser sometido a reclutamiento forzoso”.

Misión Robinson, Misión Vuelvan Caras, Misión Rivas y Misión Sucre se encuentran entre algunas de las Misiones Sociales creadas para mejorar el sistema educativo.

“Toda persona tiene el deber de prestar servicios en las funciones electorales que se les asigne de conformidad con la ley” Artículo 134. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Autor: Pablo Antonio Mora

Ante la sorpresiva connotación de una pregunta como ésta y nuestra posible duda y ambivalencia ante la ley; como también a la angustiosa necesidad de responder a los cantos patrióticos de ¡PATRIA O MUERTE! O ¡PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE!... consignas ambas de ejércitos convencionales o guerrillas que se enfrentan a enemigos externos o a sus propios connacionales, surge de forma radical que es contra el gobierno nacional el enfrentamiento. Y toda baja, o muerte en ambas filas, se debe siempre porque el gobierno de turno no reconoce derechos y libertades de grupos políticos, económicos y hasta religiosos que buscan el poder, o a razones de liberación nacional y anti imperialistas.

¿Qué hacer ante esta disyuntiva que presenta la vida ciudadana y patriótica? ¿Qué concepto de Patria tenemos para estar en paz con nuestra propia conciencia? Y ¿qué dirán allí en mi iglesia o congregación acerca de participar o no en la guerra? O ¿se puede ser un excelente cristiano y estar seguro de la santidad y ser salvo negándose al servicio militar, o participar en la guerra contra un país invasor o contra nuestros propios connacionales?

¿Mi iglesia o yo nos esconderemos en la razón moral del 6º mandamiento de la Ley Dios: “NO MATARÁS” para no prestar servicio militar (obligatorio o voluntario) o no ir al frente de batalla en caso de la guerra? ¿Estaré dispuesto a enfrentar un Consejo de Guerra Militar y sufrir la pena de muerte por traición a la patria?

Estas angustiosas preguntas y muchas más son las que seguramente sufren aquellos pueblos que no han evolucionado en la democracia y sufren, aun peor, la tiranía de gobiernos retrasados en el respeto a los derechos humanos.

En Venezuela, y a quienes nos observan en nuestro proceso de cambio social, especialmente E.U.A., pero aun más nuestros connacionales, que vivimos juntos y compartimos en este país de gracia, existe una ignorancia de lo que es Derecho Humano. Venezuela ha traspasado límites trascendentales en lo que se refiere al respeto de  los derechos humanos.

Esta reflexión introductoria debe llevarnos a estudiar la historia de las causas de la guerra; más, acá, lo que queremos es hacer ver que siempre ha habido luchadores insignes por la paz y  la NOVIOLENCIA. Son los pacifistas radicales y nos toca aprender de ellos. Ver biografía de Mahatma Gandhi
"La acción noviolenta (también denominada a veces poder popular, desafío político o lucha noviolenta) es una técnica de acción para aplicar el poder en un conflicto mediante el uso simbólico de protestas, de no-cooperación o desafío, pero nunca la violencia física".  "La palabra NOVIOLENCIA proviene de la traducción del término hindú ahimsa, que se define como la presencia de justicia, bienestar, satisfacción de las necesidades básicas de todos/as para lograr una armonía del ser humano consigo mismo, con los demás y con el medio en que vive".

Pero los pacifistas radicales son perseguidos porque se oponen al servicio militar, al pago de impuestos para apoyar la guerra, y a participar en la guerra. Son Objetores de Conciencia, y se mantienen apegados a leyes nacionales e internacionales para lograr sus fines pacíficos. Esto les ha dado algunos triunfos y nosotros  conoceremos como han hecho para hacer retroceder medidas arbitrarias contra hombres y mujeres que se niegan a tomar el fusil para ir a asesinar a otro ser humano, sea extranjero o connacional.

El mundo civilizado, es decir, hombres y mujeres plenamente conscientes del aumento de la crisis social, no han podido dar un paso adelante en apoyo de una potencia militar, o de un país amenazado porque conlleva alistarse en una u otra fila para el combate.

Declararse No Combatiente es unirse a los movimientos del pacifismo radical, a la NOVIOLENCIA y seguir sus lineamientos de acción.

Este movimiento lo primero que apoya es la instrucción en los liceos de la OBJECION DE CONCIENCIA (ODC). Dirigido a muchachos y muchachas en edad de prestar servicio a la patria, y que deben instruirse en la Educación para la Paz. Ser arrancados de la cultura de la violencia que es difundida por la Televisión, películas en DVD, los juegos de guerra en red, que invaden el mercado a muy bajo precio.

La ODC comprende el estudio de la libertad de cultos, libertad de conciencia, pacifismo radical, servicio civil, Noviolencia, Paz Activa  y otras materias.

1-    Servicio Civil: Artículo 134.

2-    Libertad de conciencia: Artículo 61.

3-    Libertad religiosa. Artículo 59.

4-    No Violencia. Doctrina pacifista.

Todo liceo en nuestro país está obligado por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela a dictar Servicio Civil (SC) como una materia más, aparte de la Instrucción Pre Militar (IPM). El SC es la capacitación que debe tener un bachiller para coadyuvar con el desarrollo del país. Esto, en primera instancia, coincide con el plan de ayuda mutua o capitalismo solidario y es lo que N.S. Jesucristo definió como la vida en abundancia (Juan 10: 10). Es el combate, el frente de batalla social contra el desempleo, la pobreza y el hambre

Ello es garantía plena de formación verdaderamente democrática. Cuestión puesta en duda ahora que han pasado tantos años desde 1999 hasta el 2014. Que desde 1999 se estableció el 134 Constitucional que establece el Servicio Civil y ningún liceo público o privado lo haya acogido con beneplácito y de plena conciencia cristiana de amor al prójimo.

O ¿es que un bachiller no sirve sino como carne de cañón en las filas de cualquier gobierno “revolucionario” que tome el poder en Venezuela? ¿Por qué permitirlo?

Un muchacho, o una muchacha, con 18 años cumplidos ya es un hombre, ya es una mujer, que buscan, ambos, ya a esa edad tener noviazgo, casarse y tener hijos. La época tan llena de mensajes sexuales (música, televisión, etc.) les empuja con violencia  al sexo libre y muchas son las señoritas que quedan embarazadas y truncado sus estudios y enfrentarán un futuro incierto por no tener una profesión. De allí que el SC, a diferencia del IPM, es mucho más ventajoso impartirlo en los liceos.  Más aun, el programa de ayuda mutua les capacitaría para desarrollar su negocio o empresa propia.

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